Luciérnaga
en luz, zorzal renegrido,
volaban el
día en que nació y murió ese sueño.
Cierro los
ojos para que ellos sueñen
los sueños
que yo perdí.
¿En qué
enredos se perdieron
si era tan
fresco el aire,
tan claro
el sol?
¿Quién pudo
así confundirlos
para
dejarlos morir?
Voy a
buscarlos al río quieto...
tal vez
estén.
Publicado en mi libro "De encuentros y desencuentros". 2010
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